Muy Estimados Feligreses de la Parroquia de San Bonifacio,
A lo largo de más de cien años los fieles parroquianos de la Parroquia de San Bonifacio se han sacrificado convirtiendo esta parroquia en un centro de culto reverente, creando oportunidades académicas excelentes tanto para Católicos como para no-Católicos en la escuela primaria, y sirviendo como fuente de compasión y apoyo para los pobres y necesitados. La parroquia ha ofrecido tales servicios bajo el liderazgo inspiracional de los Misioneros Redentoristas de la Provincia de Baltimore, juntos con muchas mujeres religiosas dedicadas, maestros laicos comprometidos, empleados y voluntarios.
Esta parroquia sigue ofreciendo testimonio poderoso de la fe y el rostro de la Cristiandad Católica más de 2,000 años después de Jesucristo. Desafortunadamente las estructuras físicas de los edificios que forman la parroquia de San Bonifacio no son indestructibles ni eternas. El símbolo más elegante de su comunidad, su templo hermoso, se está deteriorando diariamente, como se nota por los andamios que en este momento lo rodean. La piedra de la cual fue construido es una piedra muy arenisca y sin mucha resistencia; los expertos dicen que tiene una duración de utilidad de más o menos 100 años. El templo fue construido en la década del 1880 al 1890, o sea, el edificio tiene como 120 años de edad.
Los Redentoristas, quienes somos los propietarios de los edificios y del terreno de la parroquia, recientemente ordenamos un estudio profesional de la situación actual de los edificios de la parroquia. Tendríamos que invertir la suma de 7 millones de dólares para poner tales estructuras en tal forma que se pueda garantizar la seguridad de los que los utilizarían. Tal suma representa la suma necesaria para hacer que los edificios sean apenas funcionables. Una renovación realmente completa requeriría muchos más fondos y además aseguraría una solución de plazo corto, dado que la piedra seguiría deteriorándose. En este momento es imposible asegurar el uso de estos edificios para la misa, eventos parroquiales, y actividades escolares sin poner en peligro físico a las personas. Es cierto que el alma de la comunidad, su vida de fe, es fuerte y vibrante, sin embargo los edificios se mueren.
Durante las dos últimas décadas la población de la parroquia ha disminuido bastante. Los que participan de la vida parroquial son generosos con sus donaciones y sin embargo, debido al número disminuido de parroquianos, los ingresos no son suficientes para cubrir los gastos ni del trabajo pastoral ordinario ni tampoco de los programas académicos.
Actualmente la parroquia recibe significante apoyo financiero tanto de la Arquidiócesis de Philadelphia como de los Redentoristas. Aun con dicho apoyo la parroquia no alcanza pagar las cuentas que corresponden a los seguros y beneficios sociales de los empleados ni tampoco otras cuentas. Tal es así que en este momento la parroquia tiene una deuda de $110,000.
A pesar de todo esto los Redentoristas nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de servir al pueblo de la Parroquia y el vecindario de San Bonifacio; hemos estado presentes sirviéndolos durante más de un siglo y queremos seguir en este servicio, compartiendo nuestras vidas con ustedes: el maravilloso Pueblo Peregrino de fe de San Bonifacio.
Tanto la Arquidiócesis como los Redentoristas hemos luchado para encontrar una solución a los desafíos presentados por esta situación. Lo que hubiéramos querido es que los Redentoristas pudiéramos seguir sirviéndolos celosamente allí donde se encuentran pero en edificios acogedores y seguros.
Sin embargo después de larga, seria, y penosa deliberación y después de mucha oración la Arquidiócesis junto con los Redentoristas hemos llegado a la conclusión de que la mejor decisión es de unir la parroquia de San Bonifacio con la Parroquia de la Visitación de la Santísima Virgen María (Lehigh Avenue) y que los Redentoristas se hagan cargo de la Parroquia de la Visitación. Así se asegura que el pueblo de San Bonifacio siga teniendo una comunidad de fe dentro de la cual pueden ofrecer sus dones y talentos. La comunidad Redentorista de su parroquia les ayudará en la transición a través de su continuada presencia con ustedes al unirse con el pueblo de la parroquia de la Visitación.
Esta decisión resulta muy difícil y penosa para todos, pero es necesaria. Su párroco, el Padre Bruce Lewandowski, C.Ss.R. con los demás sacerdotes de la comunidad consideraban otras alternativas pero sin éxito. La Parroquia de San Bonifacio no puede seguir en existencia como una parroquia autónoma debido a la población cada vez más disminuida, los edificios que se deterioran, más los enormes problemas financieros. Por tanto, con la aprobación del Cardenal Rigali, la Parroquia de San Bonifacio será suprimida el 30 de junio de este año. Automáticamente todos los parroquianos de San Bonifacio se convertirán en parroquianos de la Parroquia de la Visitación de la Santísima Virgen María y su centro parroquial tanto para la misa como para otras actividades parroquiales será la Parroquia de la Visitación.
Siguiendo la sugerencia de los Redentoristas, el Cardenal Rigali ha nombrado a Padre Bruce Lewandowski, C.Ss.R., Párroco de la Parroquia de la Visitación de la Santísima Virgen María a partir del 15 de marzo de 2006. Padre Lewandowski servirá como párroco de las dos parroquias hasta el 1 de julio de 2006, fecha en la cual asumirá el cargo de párroco de la Parroquia de la Visitación. El vicario del párroco será el Padre James Cascione, C.Ss.R. El Padre Augusto Concha quedará en la parroquia de la Visitación hasta el 30 de junio de 2006, después de esa fecha será destinado a otra parroquia. Padre Gary Kramer, el actual administrador parroquial de la Visitación, será destinado a otra parroquia a partir de la fecha de hacerse cargo de la parroquia el Padre Bruce Lewandowski, C.Ss.R.
Reconocemos que todo esto presenta un reto tanto a los feligreses de San Bonifacio como a los de la Visitación. Sin embargo, con cada reto Dios provee oportunidad. Habrá un proceso de duelo por la pérdida de San Bonifacio. Al vivirlo, y mientras se adaptan a la vida renovada de la Parroquia de la Visitación, no pierdan vista de la herencia que llevan de San Bonifacio. Seguirán rindiendo honor a esta parroquia dando testimonio vivo de su fe y de los valores del Evangelio como el Cuerpo Vivo de Cristo hoy. Las estructuras físicas y los bienes materiales son pasajeros pero nuestra ayuda en construir el Reino de Dios es nuestra vocación y derecho desde el Bautismo, y no se acaba. En la nueva comunidad que formarán ustedes enriquecerán a sus hermanos en la Parroquia de la Visitación a través de su presencia y el servicio dedicado de los Redentoristasno van como huérfanos sino con sus pastores de siempre.
Parte de todo este estudio extensivo ha sido una mirada franca y dura por la Arquidiócesis a la situación de la Escuela Parroquial San Bonifacio. Desde luego se lo ha hecho en el contexto de un estudio a nivel de las escuelas parroquiales de toda la Arquidiócesis y teniendo en cuenta el número de alumnos necesario para mantener una red de escuelas en Philadelphia. Debido a los gastos que aumentan casi a diario, la escuela de San Bonifacio no ha podido mantenerse, económicamente hablando, como tampoco han podido hacerlo tantas otras escuelas a lo largo de la Arquidiócesis.
Además, mantener dos escuelas separadas dividiría en vez de reforzar los recursos de la Parroquia de la Visitación; buscamos tener una sola comunidad parroquial: unidad en diversidad. Mantener dos escuelas abiertas podría degenerarse en confusión y competencia y así crear amargura. Nuestros niños, el futuro de la Iglesia, merecen oportunidades educacionales que sólo pueden ser ofrecidas adecuadamente cuando existe una identidad única y clara, una población escolar adecuada y recursos económicamente accesibles.
Desafortunadamente, estos hechos, juntos con el deterioro de los edificios, significan que la Escuela Parroquial San Bonifacio cerrará sus puertas en Junio de 2006. Reconocemos que estas noticias son tristes para los alumnos, los padres de familia, los maestros, los administradores y todo el personal de la escuela quienes comparten un lazo de afecto muy fuerte.
La Arquidiócesis y la parroquia se ofrecen para trabajar muy de cerca con los padres de familia para ayudarles identificar oportunidades educacionales en escuelas parroquiales cercanas a sus casas. En este momento tanto la Escuela de la Parroquia de la Visitación, como la de San Pedro Apóstol en la Calle 5 y la Avenida Girard pueden acomodar un número bastante grande de alumnos.
La Oficina de la Educación Primaria de la Arquidiócesis ayudará a los maestros de San Bonifacio encontrar posiciones en escuelas en la Arquidiócesis. Algunos maestros quizás tengan la oportunidad de conseguir puestos en las mismas escuelas arriba mencionadas.
Estos momentos de cambio en la vida siempre significan dolor y sufrimiento: un niño echa de menos su mesita debajo de la ventana; una madre tiene que ajustar las horas de trabajo para darse tiempo para recoger el hijo de la escuela; una administradora se ve obligada de dejar de lado una posición alcanzada a través de sacrificio y trabajo para buscar nuevo trabajo; un hombre tiene que irse de la parroquia en la cual celebró sus bodas, bautizó a sus hijos, hizo el funeral para sus padres. Sólo más tarde, después de pasar la crisis, daremos cuenta de la mano del Espíritu Santo en todo esto, invitándonos a nueva vida, invitándonos a crecer.
Estas decisiones nos entristecen a nosotros los Redentoristas por un lado, pero por otro nos sentimos felices porque hemos encontrado la manera de seguir sirviendo la familia parroquial de San Bonifacio en un momento de nueva vida de expansión y de refuerzo en la unión con los hermanos en la fe de la Visitación de la Santísima Virgen María.
La Arquidiócesis de Philadelphia y los Redentoristas esperamos que ustedes puedan comprender que estas decisiones fueron alcanzadas después de un proceso largo y penoso. Esperamos sus oraciones y les pedimos que colaboren para que esta nueva visión de parroquia pueda hacerse realidad para los feligreses de San Bonifacio y de la Visitación de la Santísima Virgen María.
Con la ayuda de la Gracia de Dios y el apoyo de todos los involucrados, la parroquia recibirá muchas bendiciones, fortalecerá la presencia de la Iglesia Católica en este rincón de la Arquidiócesis, y vivirá la vida del Pueblo de la Pascua.
Sinceramte suyos en Cristo,
Rev. Patrick F. Woods, C.Ss.R. |
Sinceramte suyos en Cristo,
Reverendísimo Joseph R. Cistone, D.D., V.G. |