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el 18 de febrero del 2006

Muy Estimados Feligreses de la Parroquia de la Visitación de la Santísima Virgen María:

Hoy y mañana en cada una de las misas los parroquianos de nuestra parroquia vecina, Parroquia de San Bonifacio (West Diamond Street), escucharán que su parroquia y escuela serán cerradas en junio del 2006. Se invitarán a los parroquianos a que se hagan miembros activos de la Parroquia de la Visitación de la Santísima Virgen María. A partir del 15 de marzo de este año el Administrador Parroquial de aquí, el Padre Gary Kramer, será nombrado para otra labor dentro de la Arquidiócesis. El Cardenal Rigali ha nombrado a Padre Bruce Lewandowski, C.Ss.R., el actual párroco de San Bonifacio, como párroco de la Parroquia de la Visitación, tal nombramiento también regirá desde el 15 de marzo del 2006. El Padre Augusto Concha se quedará en la parroquia de la Visitación en su cargo actual hasta el 30 de junio de 2006, fecha en la cual recibirá un nuevo cargo ministerial. El Padre James Cascione, C.Ss.R., actuando ahora como vicario del párroco de San Bonifacio, asumirá este mismo cargo en la Visitación a partir del 1 de julio de 2006. La Arquidiócesis sigue buscando un sacerdote para trabajar con la población Vietnamita de la parroquia.

La Arquidiócesis extiende un caluroso saludo de agradecimiento a Padre Gary Kramer por el servicio pastoral hecho a favor de la Parroquia de la Visitación y al Padre Concha, quien continuará asistiendo al nuevo párroco hasta el fin de junio. Agradecemos profundamente a estos dos modelos ejemplares del sacerdocio por su apertura y flexibilidad en este momento de cambio; hagan el favor de rezar por ellos. Que el Señor derrame abundantes bendiciones sobre los Padres Kramer y Concha al peregrinar a nuevos campos de labor para seguir sirviendo la feligresía de Philadelphia.

A través de esta carta quisiéramos explicarles el proceso que tuvimos que seguir para llegar a esta penosa pero esperanzadora decisión.

A lo largo de más de cien años los fieles parroquianos de la Parroquia de San Bonifacio se han sacrificado convirtiendo esta parroquia en un centro de culto reverente, creando oportunidades académicas excelentes tanto para Católicos como para no-Católicos en la escuela primaria, y sirviendo como fuente de compasión y apoyo para los pobres y necesitados. La parroquia ha ofrecido tales servicios bajo el liderazgo inspiracional de los Misioneros Redentoristas de la Provincia de Baltimore, juntos con muchas mujeres religiosas dedicadas, maestros laicos comprometidos, empleados y voluntarios.

Esta parroquia sigue ofreciendo testimonio poderoso de la fe y el rostro de la Cristiandad Católica más de 2.000 años después de Jesucristo. Desafortunadamente las estructuras físicas de los edificios que forman la parroquia de San Bonifacio no son indestructibles ni eternas. El símbolo más elegante de su comunidad, su templo hermoso, se está deteriorando diariamente, como se nota por los andamios que en este momento lo rodean. La piedra de la cual fue construido es una piedra muy arenisca y sin mucha resistencia, los expertos dicen que tiene una duración de utilidad de más o menos 100 años. El templo fue construido en la década de 1880 a 1890, o sea, el edificio tiene como 120 años de edad.

Los Redentoristas, quienes somos los propietarios de los edificios y del terreno de la parroquia, recientemente ordenamos un estudio profesional de la situación actual de los edificios de la parroquia. Tendríamos que invertir la suma de 7 millones de dólares para poner tales estructuras en tal forma que se pueda garantizar la seguridad de los que los utilizarían. Tal suma representa la suma necesaria para hacer que los edificios fueron apenas funcionables. Una renovación realmente completa requeriría muchos más fondos y además aseguraría una solución de plazo corto, dado que la piedra seguiría deteriorándose. En este momento es imposible asegurar el uso de estos edificios para la misa, eventos parroquiales, y actividades escolares sin poner en peligro físicos a las personas. Es cierto que el alma de la comunidad, su vida de fe, es fuerte y vibrante, sin embargo los edificios se mueren.

A pesar de todo esto los Redentoristas nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de servir al pueblo de la Parroquia y el vecindario de San Bonifacio; hemos estado presentes sirviéndolos durante más de un siglo y queremos seguir en este servicio, compartiendo nuestras vidas con ellos: el maravilloso Pueblo Peregrino de fe de San Bonifacio.

San Bonifacio no puede mantenerse más como una parroquia separada debido a una población parroquial que disminuye, el deterioro de los edificios, y enormes desafíos económicos. Después de una larga, seria, y penosa deliberación y después de mucha oración la Arquidiócesis junto con los Redentoristas ha llegado a la conclusión de que la mejor decisión es de unir la parroquia de San Bonifacio con la Parroquia de la Visitación de la Santísima Virgen María y que los Redentoristas se hagan cargo de la Parroquia de la Visitación. Por tanto, con la aprobación de Cardenal Rigali, la Parroquia de San Bonifacio será suprimida el 30 de junio de 2006.

Mientras los Redentoristas consideraban la seguridad estructural de los edificios de San Bonifacio, la Arquidiócesis estaba haciendo un estudio extensivo, duro y franco de la situación de la Escuela de San Bonifacio. Lo hizo en el contexto de un estudio a nivel de las escuelas parroquiales de toda la Arquidiócesis y teniendo en cuenta el número de alumnos necesario para mantener una red de escuelas en Philadelphia. Debido a los gastos que aumentan casi a diario, la escuela de San Bonifacio no ha podido mantenerse, económicamente hablando, como tampoco han podido hacerlo tantas otras escuelas a lo largo de la Arquidiócesis.

Desafortunadamente, estos hechos, juntos con el deterioro de los edificios, significan que la Escuela Parroquial de San Bonifacio cerrará sus puertas en Junio del 2006. Reconocemos que estas noticias son tristes para los alumnos, los padres de familia, los maestros, los administradores y todo el personal de la escuela quienes comparten un lazo de afecto muy fuerte. Nuestros niños, el futuro de la Iglesia, merecen oportunidades educacionales que sólo pueden ser ofrecidas adecuadamente cuando existiera una identidad única y clara, población escolar adecuada y recursos económicamente accesibles. Se ofrecerán lugares a los alumnos de la Escuela de San Bonifacio en la escuela aquí, en la de la Parroquia de San Pedro Apóstol como en otras escuelas parroquiales.

Es un tiempo de transición y de pérdida en las dos parroquias. Ustedes conocerán también los desafíos y la confusión que vienen con cambios y transiciones, el desafío, por ejemplo, de personas nuevas que buscan integrarse a una comunidad ya establecida. Sin embargo, con cada desafío Dios ofrece nuevas oportunidades y gracias.

Los Redentoristas se harán cargo de la parroquia de la Visitación a partir del 15 de marzo. El Padre Lewandowski servirá de párroco de las dos parroquias hasta el 1 de julio. Desde esa fecha se quedará como párroco de la Visitación y la parroquia de San Bonifacio será suprimida. Los Padres Lewandowski y Cascione vivirán en la casa parroquial de San Bonifacio hasta el 30 de junio de este año cuando se mudarán a vivir aquí en la casa parroquial de la Visitación.

El apóstol San Pablo nos dice que cuando un miembro del Cuerpo de Cristo sufre, todo el Cuerpo sufre. Nuestra experiencia personal nos confirma que es así. Al infectarse un miembro del cuerpo todo el cuerpo se enferma. Además, cuando un miembro de la familia se enferma gravemente toda la familia sufre. Y, cuando un ser querido se muere, una parte de nosotros se muere también. Todos los seres queridos vivos sufren la pérdida. En su dolor toda la familia busca consuelo, compasión, y el amor de otros para poder sanarse del dolor y seguir en la vida.

El pueblo de San Bonifacio está sufriendo una pérdida. La parroquia ha estado presente en el barrio durante casi 130 años. Ha sido un lugar santo y sagrado de memorias muy importantes durante todos esos años. Es el lugar donde parejas se casaban; presentaban a sus hijos para el Bautismo; se alegraban en las ceremonias de la Primera Comunión de sus nietos. Es la iglesia donde se ponían de rodillas para pedir el feliz regreso de un hijo o una hija de Iraq; fue aquí que en aquellos días oscuros del 11 de setiembre se reunían para confortarse y buscar esperanza. En la iglesia de San Bonifacio generaciones de gente buena rezaban por sus hijos enfermos, sus esposos sin trabajo, o por la sanación de una rotura en las relaciones con un ser queridoperder su iglesia es perder sus memorias sagradas.

Sabemos que generaciones de niños recibían una buenísima educación Católica en San Bonifacio. Padres y madres quienes trabajaban dos o tres empleos para ofrecerles a sus hijos la mejor educación posible. Los niños de San Bonifacio encontraban tanta alegría al participar de las escenas de la Natividad de Niño Jesús para la Navidad o en su devoción a la Virgen María; padres de niños pasaban horas incontables ayudando en la escuela de sus hijos. El equipo de la escuela, una directora maravillosa, maestros dedicados, perderán su trabajo.

Nuestros hermanos y hermanas de San Bonifacio están sufriendo, y, como Católicos, somos llamados a ofrecer ayuda en sanar sus corazones. Aunque los edificios de San Bonifacio no sirvan más, la bondad, la fortaleza, y la fe de la comunidad parroquial siguen en el pueblo. Ellos traerán aquí muchos dones y talentos para unirlos con los suyos y así enriquecer la Parroquia de la Visitación de la Santísima Virgen María. Rogamos que hagan el favor de recibirlos en su casa nueva con brazos abiertos y corazones de hermanos así como lo haría Cristo mismo.

Los Misioneros Redentoristas tienen fama muy buena en el campo de la pastoral parroquial por todas partes del mundo y por más de 150 años en la Arquidiócesis de Philadelphia. Uno de los santos de Philadelphia y su cuarto obispo, San Juan Neumann, fue Redentorista. Creo que ustedes, los feligreses de la Parroquia de la Visitación, llegarán a apreciar de manera especial la presencia de la comunidad religiosa de los Redentoristas. Sabrán más de ellos en los meses que vienen, y pueden visitarlos en sus computadoras en la página www.redemptorists.net.

Es tiempo de pérdida, transición y nueva vida para los parroquianos de la Visitación de la Santísima Virgen María y para la comunidad parroquial de San Bonifacio. Al caminar hacia la Jerusalén celestial a lo largo de la Cuaresma este año, me siento seguro de que la Nueva Vida de Jesucristo, quien murió y resucitó por nosotros, se derramará sobre nosotros desde las dos comunidades mientras nosotros, un Pueblo de la Pascua, nos esforzamos por llegar a ser un solo Cuerpo de Cristo.

 

Sincerely yours in Christ,

 

Most Reverend Joseph R. Cistone, D.D., V.G.
Auxiliary Bishop of Philadelphia
(Regional Bishop)

Monsignor Daniel J. Sullivan
Regional Vicar, Philadelphia-South

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