Reforma migratoria ocupará un espacio importante en la conferencia nacional sobre migración
WASHINGTON— La búsqueda de una reforma migratoria amplia será uno de los temas principales de la Conferencia Nacional sobre Migración 2008 que tendrá lugar del 28 al 31 de julio en el Hilton Washington Hotel de esta ciudad.
«El asunto de inmigración es una de las preocupaciones más controversiales a las que se enfrenta nuestro país —dijo Kevin Appleby, director de asuntos de política migratoria de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB). El Santo Padre habló del lado humano de este asunto en varias ocasiones durante su visita en abril. La conferencia examinará el asunto en profundidad con la esperanza de proporcionar a los participantes en la conferencia una mayor perspectiva sobre esto y sobre cómo la Iglesia puede hacer una contribución positiva al debate nacional».
En su discurso de apertura, la tarde del 28 de julio, el Cardenal Roger Mahony, de Los Ángeles, abordará el actual debate nacional sobre inmigración y ofrecerá a los participantes un proyecto para participar en el debate.
El profesor Marcelo Suárez-Orozco, experto sobre migración internacional de la Universidad de Nueva York, ofrecerá una presentación detallada sobre los patrones migratorios globales y sus causas, creando una vinculación entre estos y la situación actual en EE.UU.
El martes, 29 de julio, la Subsecretaria de Inmigración y Aduanas del Departamento de Seguridad Interna, Julie Myers, hablará y responderá a preguntas de los participantes sobre las recientes redadas migratorias por todo el país.
La conferencia ofrecerá varias presentaciones sobre fe y migración, y el Secretariado de Diversidad Cultural en la Iglesia de la USCCB ofrecerá varios talleres sobre cómo dar la bienvenida y proporcionar cuidado pastoral a los recién llegados.
Cerca de 700 personas de todas partes del país se han registrado ya para participar.
«Por encima de todo ... estas reuniones intentan recordarnos a todos por qué hacemos el trabajo que hacemos», añadió Kerwin.
El sueño americano
La oracion da perspectiva a una vida llena
Ana María Catanzaro
Por Lou Baldwin
Redacción del CS&T
Ana María Catanzaro, que fue nombrada recientemente a un término de tres años en el National Review Board (Junta Nacional de Revisión) la cual revisa la conformidad diocesana con la Charter for the Protection of Children and Young People (Carta para la Protección de Niños y Jóvenes), ciertamente viene con calificaciones altas.
Como profesora asociada en la Facultad de Ciencias de Salud y Enfermería en la Universidad La Salle, ella enseña salud pública, ética de asistencia médica y espiritualidad en la asistencia médica. Ella es también la directora, en la universidad, de los programas de salud pública y la directora del La Salle Neighborhood Nursing Center (Centro de Enfermería de Vecindad.de La Salle)
Nacida en Cuba, Ana María Suárez-Murias, vino a los Estados Unidos a la edad de 8 años y creció en el área de Washington, D.C.; ha vivido en Filadelfia desde el 1981.
Catanzaro recibió una licenciatura en enfermería y una maestría en Public Health Nursing (Enfermería de Salud Pública) de la Universidad La Salle; una maestría en Religious Studies (Estudios Religiosos) del Seminario San Carlos Borromeo; una maestría en Health Sciences in Clinical Research (Ciencias de la Salud en Investigación Clínica) de la Universidad Duke, y un doctorado de la Facultad de Teología y Estudios Religiosos en la Universidad Católica de América.
Es miembro de Our Lady of Ransom en el nordeste de Filadelfia y está casada con Vincent Catanzaro, maestro de teología en Holy Family University. Ellos tienen a cuatro hijos adultos: Annie, Liz, Vince y Jim y cinco nietos.
Comenzando con un modesto título de una universidad comunitaria, ella asistió a la escuela y trabajó mientras criaba cuatro niños.
«No puedo reclamar todo el crédito. Dios ha sido muy bueno conmigo —dijo ella. Cuando el dinero estaba escaso, la ayuda llegaba en forma de una beca inesperada. Y he tenido un gran apoyo de mi familia; mi madre y mi suegra siempre estaban disponibles para ayudarme con los ni ños».
Siendo una católica activa, ella sirve a la Iglesia en varias capacidades incluso como miembro del consejo pastoral de la parroquia y del comité de formación de fe del adulto, y está envuelta en el ministerio a la comunidad hispana. «Mi vida parece un poco ocupada a veces, pero lo que pone todo en perspectiva para mí es la oración, —dijo Catanzaro. Dos pasajes de la Escritura con los cuales rezo a menudo son Isaías 49:5, “Y ahora ha hablado Yavé, que me formó desde el seno materno para que fuera su servidor...” Y Lucas 12:48, “Al que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho...”. Mi esposo y yo estamos muy agradecidos de las muchas bendiciones que hemos recibido de Dios. Es importante para nosotros corresponder».
Catanzaro primero se envolvió en los comités arquidiocesanos con su servicio al 10o Sínodo Arquidiocesano del 2002. Aquel mismo año, debido a su experiencia previa con niños al ser una enfermera del Distrito Escolar de Filadelfia y su pericia tanto en salud como en cuestiones de teología, el cardenal Anthony Bevilacqua la invitó a servir en la arquidiocesana, recié n formada, Commission on the Protection of Children and Clerical Conduct (Comisión de Protecci ón de Niños y Conducta Clerical) encabezada por Helen Alvaré. Catanzaro fue nombrada posteriormente al Review Board for the Protection of Children and Young People (Junta de Revisión Arquidiocesana para la Protecci ón de Niños y Jóvenes), la que ella ahora preside.
«Amo la Iglesia, —dijo Catanzaro. Prefiero ser la parte de la solución que mantenerme al margen criticando».
Lou Baldwin es un feligrés de la parroquia St. Leo y un escritor independiente.