
March 8, 2011
en Cuanto a las Ausencias Administrativas
Estas han sido semanas difíciles desde la publicación del informe del Gran Jurado: difícil sobre todo para las víctimas de abuso sexual, pero también para todos los católicos y para todos en nuestra comunidad.
El informe del Gran Jurado, publicado el mes pasado por la Oficina del Fiscal del Distrito de Filadelfia, cuestiona la forma en que la Arquidiócesis maneja las denuncias de abuso sexual infantil y afirmó que hasta 37 sacerdotes permanecen en el ministerio ". . . después de que la Arquidiócesis se enteró de acusaciones o informes de sus comportamientos inadecuados o abuso sexual de menores" (Informe del Gran Jurado emitido el 10 de febrero del 2011).
Desde 2005, la Arquidiócesis ha trabajado muy duro y hemos creído que estábamos en el camino correcto, haciendo un progreso significativo en la protección de los niños y en la investigación y el manejo de las acusaciones de abuso. De hecho, la actual investigación de abuso sexual se inició como resultado de los informes de la Arquidiócesis a la Oficina del Fiscal del Distrito. El informe del 2011 del Gran Jurado, sin embargo, nos presentó grandes preocupaciones que demandan una respuesta firme.
Como arzobispo de Filadelfia, es mi responsabilidad responder a este informe de manera transparente. Estoy decidido a trabajar por una solución que aborde con eficacia este problema en la Iglesia y comparto con la Oficina del Fiscal del Distrito y el Gran Jurado el deseo de acabar definitivamente con las preocupaciones señaladas en el informe. Voy a seguir haciéndolo en colaboración con la Oficina del Fiscal del Distrito
Al examinar las preocupaciones del Gran Jurado, se hizo evidente que necesitábamos experiencia adicional e independiente en el lugar para evaluar las denuncias de abuso sexual. Es por eso que recurrí a un fiscal de abuso infantil veterano, Gina Smith Maisto, y le pedí que vuelva a examinar ambos, los casos de interés para el Gran Jurado y la forma en que la Arquidiócesis maneja las denuncias de abuso sexual de menores. Ella lleva 15 años de experiencia evaluando, investigando y enjuiciando acusaciones de abuso sexual infantil.
Su primer examen ha concluido, y he aceptado sus recomendaciones iniciales.
Trabajando para disipar las preocupaciones de la comunidad sobre la propiedad de los sacerdotes para servir y deseando asegurar que nuestros procesos son totalmente eficaces, ayer puse veintiún sacerdotes en ausencia administrativa, con efecto inmediato.
Estos se suman a los tres que fueron puestos en ausencia administrativa en febrero, después que se publicó el informe.
Mientras estén en ausencia administrativa, ninguno de estos sacerdotes ejercitará su ministerio públicamente.
Entre los casos restantes, cinco sacerdotes adicionales habrían sido sujetos a la ausencia administrativa. Sin embargo, uno ya estaba en excedencia y dos que son incapacitados no han estado en el ministerio activo. Otros dos ya no sirven en la Arquidiócesis de Filadelfia y, ya que ambos son miembros de una orden religiosa, la Arquidiócesis ha notificado a los superiores de sus órdenes religiosas y a los obispos de las diócesis donde ellos residen.
Los restantes ocho sacerdotes no serán sujetos a la ausencia administrativa. Una revisión de estos casos por la señora Smith encontró que ninguna investigación adicional es justificada.
Quiero ser claro: Estas ausencias administrativas son medidas provisionales. No son en modo alguno las resoluciones definitivas o resoluciones judiciales. La señora Smith ahora liderará un equipo de expertos para investigar más a fondo cada caso.
Sé que para muchas personas su confianza en la Iglesia ha sido sacudida. Oro para que los esfuerzos de la Arquidiócesis para tratar estos casos de preocupación y de revaluar nuestra manera de tratar las acusaciones, ayuden a reconstruir esa confianza en la verdad y la justicia.
Mientras nos esforzamos por seguir adelante hoy, deseo expresar nuevamente mi dolor por el abuso sexual de menores cometidos por algunos miembros de la Iglesia, especialmente del clero. Realmente me siento muy triste por el daño causado a las víctimas de abuso sexual, así como a los miembros de nuestra comunidad que sufren como resultado de este gran mal y crimen.
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Donna Farrell
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